La función formativa es, incuestionablemente, uno de los pilares de la Universidad. En este escenario de actuación profesional, la comunidad universitaria ha aprendido a adaptarse no sólo al cambio de paradigma educativo, sino a los cambios estructurales (ECTS, Grados, etc.) y sustantivos inherentes al sistema (acreditación y evaluación del profesorado y de los títulos, revisión de las metodologías docentes, etc).
Para hacer frente a estos cambios de forma progresiva, en la última década, desde la Universidad de Sevilla se han puesto en marcha dos Planes Propios de Docencia: El I Plan Propio de Docencia (2008-2012) y el II Plan Propio de Docencia (2013-2016). Finalizada su segunda edición, el Plan Propio ha avanzado, respecto de la primera, en la presentación de actuaciones que han abarcado multitud de áreas y dimensiones involucradas en la docencia, haciendo de él un Plan ambiciosamente transversal. Pero, sin embargo, su evaluación ha puesto de manifiesto que existen una serie de cuestiones que deben ser revisadas, actualizadas y mejoradas. Algunas de ellas se refieren a aspectos como el excesivo número de convocatorias, la demora en los plazos de ejecución, o la excesiva burocracia vinculada al desarrollo de las mismas. Otras nacen de las necesidades de adaptarse y consolidar a los nuevos retos de la educación superior, entre los que adquieren un singular protagonismo los resultados de los procesos de seguimiento y renovación de la acreditación de nuestros títulos, ya que permiten reflexionar sobre aquellos aspectos susceptibles de mejora. Asimismo, merecen una especial atención: la necesaria internacionalización de las enseñanzas, la formación y evaluación del profesorado, o la participación activa del estudiantado en los procesos de gestión y mejora de nuestro escenario formativo.
En este contexto, el compromiso adquirido por el actual rector, D. Miguel Ángel Castro Arroyo, en el programa de gobierno, se orienta a diseñar y poner en marcha el III Plan Propio de Docencia sobre la base de unas necesidades académicas reales. Esta tercera edición pretende corregir las limitaciones identificadas en la anterior edición y convertir el Plan en una plataforma ágil en los tiempos y en los procesos, al servicio de la docencia y de los agentes involucrados en ella: los estudiantes, el profesorado y el personal de administración y servicios.
El Plan se plantea sencillo en su uso y útil para alcanzar los objetivos que requiere el normal desarrollo de la actividad formativa y docente de la Universidad. Busca, en definitiva, ser instrumento, motor y apoyo para la consecución de los principales objetivos y compromisos del programa de gobierno vinculados a la mejora de los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Así pues, en relación con los objetivos estratégicos enfocados a la formación superior, el Plan persigue:
- La simplificación y mejora de los procesos encaminados al seguimiento y acreditación de los títulos oficiales
- Promover la reflexión y análisis de nuestros títulos oficiales y apoyar el diseño de estrategias de mejora
- Apoyar y facilitar los procesos de gestión académica y calidad de la docencia
- El apoyo y fomento de la política lingüística de la Universidad
- El impulso a la proyección internacional y la cooperación interuniversitaria de nuestras enseñanzas
En relación a la creación y transferencia del conocimiento:
- Fomentar las capacidades emprendedoras en el estudiantado
En relación al personal docente e investigador:
- Apoyar la mejora continua y el perfeccionamiento de la actividad docente e investigadora con el diseño y puesta en marcha de planes integrales de formación elaborados de manera participativa
- Completar el diseño, aprobación y aplicación extensiva de un sistema consensuado de evaluación de la actividad docente capaz de realzar el alto rendimiento y la excelencia
En relación a los estudiantes:
- Garantizar la calidad de los estudios e impulsar la excelencia de en la enseñanza
- El impulso a la adquisición de competencias lingüísticas
- La mejora de las prácticas, el emprendimiento y la empleabilidad de nuestros estudiantes
- El desarrollo y consolidación de un sistema integral de información y orientación
- Desarrollar el Plan de participación estudiantil
El Plan, una vez más, persigue la transversalidad de las áreas de gobierno (vicerrectorados y direcciones generales) involucradas en la docencia, participando conjuntamente en el diseño de las acciones que se derivan de los objetivos estratégicos. A través de la acción coordinada del vicerrectorado de ordenación académica, se supervisará y se evaluará periódicamente el avance de las actuaciones y los resultados de las mismas, fomentando mecanismos que permitan la visibilidad y la difusión de las principales aportaciones al entorno universitario.
En cuanto a su desarrollo, el presente Plan ha sido diseñado para apoyar los procesos encaminados a la mejora de la docencia en el periodo 2017-2020. Para su aplicación se publicarán anualmente las bases reguladoras de las actuaciones programadas, de acuerdo con las directrices generales del Plan y la dotación presupuestaria correspondiente, buscando en todo momento la simplificación y la eficacia en la gestión.